El azúcar: dulce enemigo
Hace una semana en la revista Viù! de El Comercio encontré un buen artículo que hablaba sobre un libro francés (“Zèro sucre”) que cuenta la experiencia de una periodista que decidió pasar un año sin probar azúcar y contar todos los cambios que experimentó, entre ellos una
piel más bonita, disminución de grasa abdominal, eliminación de la celulitis, disminución del cansancio y una de las cosas más importantes fue el cambio que sintió en su paladar. Y esto es algo que por experiencia propia he podido comprobar, no he dejado de consumir azúcar, pero he disminuido la cantidad a mis bebidas u otras preparaciones dulces y mi umbral gustativo ha cambiado, ya no necesito utilizar tanta azúcar para sentir el sabor dulce.
Lo cierto es que no necesitamos el azúcar y en lo posible, deberíamos evitarla, sobretodo la que está en los productos procesados: gaseosas, jugos envasados, dulces, etc., pues usan grandes cantidades, por ejemplo, si te preparas una infusión o un vaso de limonada, ¿cuánta azúcar agregarías? Tal vez 1 o 2 cucharaditas, bueno en un vaso de gaseosa (250ml), te estas tomando aproximadamente 6 cucharaditas y en un vaso de jugo envasado (200ml) aproximadamente 4 cucharaditas, no parece ¿verdad?
En investigaciones realizadas por el Centro nacional para la investigación científica de Francia y en diversos estudios científicos se ha encontrado y se sigue evaluando el efecto adictivo del azúcar refinado (azúcar blanca e impalpable) incluido en estos productos y que pones en tu mesa.
Si quieren empezar el cambio prueben usando “panela” o “chancaca” que es obtenido de la caña de azúcar, pero sin pasar por los procesos químicos por los que pasa el azúcar blanco. Creo que este puede ser un primer paso si es que todavía están consumiendo azúcar blanca. Ahora toca disminuir la cantidad de azúcar a la que estamos acostumbrados, si hechas 3 cucharaditas, pues que ahora sea la mitad.
Si se te hace muy difícil, pues tienes la opción de usar edulcorantes, eso si hay que ver bien las etiquetas antes de comprar, pues hay edulcorantes químicos como el aspartame, que a pesar de estar aceptado en muchos países, aún se evalúan sus efectos adversos. Así que mucho ojo con los productos light. Tenemos una alternativa natural, la stevia, edulcorante proveniente de una planta conocida con este nombre utilizada ancestralmente por los nativos de Brasil y Paraguay que ahora podemos usar nosotros.
Una recomendación es que siempre que veamos el etiquetado nutricional, revisemos también que nuestros productos tengan registro sanitario de Perú, datos de contacto del proveedor, fecha de caducidad y que esté debidamente sellado.
Como recomendación final, les sugiero que no se vuelvan fanáticos de los edulcorantes, lo mejor es educar a nuestro paladar y a nuestro cuerpo ¡inténtenlo!
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